SELFIE ESPIRITUAL 

 

Actualmente existe la moda de autofotografiarnos utilizando nuestro teléfono móvil, luego publicamos esa foto en el perfil del Pin, Whatsapp, Facebook, en Instagram o en otro sitio. En fin, donde sea que lo publiquemos, lo hacemos de buena gana, con gozo, alegría y felicidad, como queriendo decir a todos los que lo vean: “Mírame: Este soy yo y me gusta como soy. Estoy aquí y me gusta donde estoy”. Esta moda ha sido tan viral que incluso se inventó una vara especial para retener el celular lo más lejos posible de nosotros y abarcar un mayor ángulo del entorno a capturar en la imagen, y esta vara se encuentra a la venta en el mercado. Ahora bien, me imagino que cuando piensas en tomarte una selfie piensas en cómo luces tú y todo el lugar donde estás porque quieres que salga lo más linda posible para que quien la comente lo haga positivamente, y que hasta un “piropito te echen”.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Sin embargo, en esta oportunidad me gustaría que reflexionáramos un poco acerca de nuestro interior y de nuestros actos. ¿Acaso, de existir una cámara que fotografíe nuestra alma, cómo saldría ella? ¿Hermosa? ¿Digna de publicarla en nuestros perfiles? ¿Seguro le “echarían un piropito”? ¿Y qué si preguntamos acerca de nuestra conducta, nuestros actos? ¿Cómo andan ellos? ¿Son estupendos o vergonzosos? La Palabra de Dios nos aconseja: “Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechado bien el tiempo, porque los días son malos” (Efesios 5:15-16). Esto es una invitación a mirar hacia dentro de nosotros con sinceridad, reconociendo qué pueda estar mal para corregirlo mientras tengamos oportunidad, porque el tiempo es corto y la vida se nos escapa en cuestión de segundos.

 

 

Es una buena práctica meditar diariamente, especialmente por las noches antes de irnos a dormir, en lo que hemos sentido, pensado, hecho o dicho, para observar con diligencia si hemos acertado o nos hemos equivocado en algo, siempre teniendo como medida de conducta lo que la Biblia nos enseña, siendo ella la regla más elevada para vivir que conoce la humanidad, garantizándonos una vida llena de gozo, abundancia y éxitos; esta es la única forma de saber si nuestra alma es digna de ser retratada y exhibida con gozo y alegría a otros, no para gloria nuestra (porque la Gloria sólo es de Dios) sino para testimonio a aquéllos que aún creen que la felicidad es un mito o algo inalcanzable, o que es imposible agradar a Dios en esta tierra o que es imposible vivir de forma correcta, honesta, amorosa y exitosa haciendo el bien.

 

Entonces, ¿ya viste tu selfie espirtual? ¿Qué tal está tu foto?

 

¡Dios les bendiga grandemente!

 

     Un aporte de la ESCUELA MISIONERA (NUCLEO PUNTA DE PIEDRA - MIRANDA / EDO ZULIA )... Para Orquídea Team!!!!