
¿ME VOY O ME QUEDO?
En estos días de tanta dificultad nacional, creo que a estas alturas no exista un solo venezolano que no se haya hecho esta pregunta: ¿Me voy o me quedo? Incluso tú también te la has hecho, sino no hubieses escogido leer estas líneas. Al menos, unas trescientas veces, yo también me lo he preguntado. Sin embargo, no puedo evitar que salte a mi mente otra interrogante: ¿Existirá una respuesta correcta para esta pregunta? Si revisamos la Palabra de Dios escrita nos daremos cuenta que muchas personas consagradas a Dios en algún momento de su vida se enfrentaron a esta encrucijada por diversos motivos: inflación económica, hambruna, guerras, persecuciones, otros. También se pueden ver situaciones donde Dios respaldaba la decisión de irse, y donde respaldaba la de quedarse. Aún más, la Biblia narra eventos en los que es palpable la recomendación o mandato divino a Sus siervos de emigrar a otras tierras. Sólo para ilustrar lo que digo citaré un ejemplo de cada caso que he mencionado:
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En el A. T., específicamente en el Libro de Ruth, se habla de una mujer llamada Nohemí. Una mujer israelita quien en los días de los Jueces emigró a Moab, huyendo de la crisis económica que había en Israel. Esta mujer emigró acompañada de toda su familia (su esposo y dos hijos). Sus hijos formaron sus hogares en el extranjero tomando para sí mujeres de la nación extraña en la que estaban. La historia de esta familia es trágica porque Nohemí pierde a su esposo e hijos, quedando viudas ella y sus nueras. Fue tanta su amargura que pidió que ya no la llamasen más Nohemí que significa “Placentera“ sino “Mara” que significa “Amarga”. Una mujer que emigró feliz volvió a su tierra natal con amargura en su alma por su tan grande pérdida. ¿Qué le pasó a Nohemí y su núcleo familiar? Creo que ellos emigraron sin consultar a Dios acerca de su futuro lejos de su patria
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Está el caso de Isaac, también narrado en el A.T., en el Libro de Génesis, donde pese a la fuerte crisis económica que se vivía, Isaac decidió quedarse en Gerar porque Dios le dijo que no se fuera a Egipto. Entonces, Isaac se quedó confiando en el respaldo de Dios, y no tardó en ver Su Gloria: las escrituras narran que en esa tierra árida Isaac cavaba y conseguía pozos de agua, de tal manera que aún en medio de esa escasez y de ese desierto, la Mano Poderosa de Dios prosperó a Isaac.
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En el N. T. los Evangelios nos enseñan que estando José dormido el Señor le habló por sueños diciendo que tenía que irse a Egipto con María y Jesús, para preservar al niño de la matanza ordenada por Herodes. José y María obedecieron la Voz de Dios y fueron a este país. El resultado fue que Jesús logró vivir hasta su vida adulta.
Meditando en estos ejemplos llego a la humilde conclusión de que la respuesta correcta a la pregunta que inicialmente nos hicimos en estas líneas no es simplemente “Sí” o “No”. Creo firmemente que Dios es dueño de toda sabiduría y conocimiento, y en El están las respuestas que buscamos para nuestras vidas.
Si tú, amigo lector, estás deshojando la margarita, preguntándote si te quedas o te vas de Venezuela, en estos tiempo tan convulsos para nuestra nación, de parte de Dios te digo que busques Su Consejo para tu vida. Él sabe lo que más te conviene. ¿Irte o quedarte? Deja que El decida por ti. Abre tus oídos y tus ojos. Dios tiene la respuesta correcta para todo. La prosperidad, y la bendición vienen de Su Mano. En Él está también la decisión de dónde ha de prosperarte: si en Venezuela o en el extranjero. La Biblia dice que: “Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen” (1ra Co 6:12).
Te recomiendo que al terminar de leer estas líneas, pares de preguntarte a ti mismo, y trates de apartarte a un lugar a solas con Dios, y pregúntale a Él: ¡Señor! ¿Me voy o me quedo? Su respuesta no tardará en llegar a ti. Cualquiera que ella sea, ¡créela!
Un aporte de LA ESCUELA MISIONERA (NUCLEO PUNTA DE PIEDRA - MIRANDA / EDO ZULIA)... Para Orquidea Team!!!
